Los inicios de la escuela coinciden con los inicios de la informática musical, los primeros ordenadores (Spectrum y Atari) y el primer software (Notator). Gracias a microFusa se abrió, a finales de los ochenta, un mundo de posibilidades para los músicos y los técnicos de audio que necesitaban una formación específica, inexistente en esos momentos en la enseñanza.
Después de más de veinte años de vida, microFusa es un referente a nivel nacional en la formación especializada en el sonido. Por su centro de Barcelona habrán pasado en este tiempo, más de 5.000 alumnos, formados por profesores de la talla de Marc Blanes, Carlos Córdoba, Jordi Arqués, José Vinader, Phil Manzanera o John Parish. Asimismo, más de 1.000 estudiantes han pisado las aulas de las escuelas de la Ciudad Condal y Madrid en los dos últimos años.
Los distintos ciclos formativos se han diseñado atendiendo a dos criterios didácticos: por un lado, el enfoque práctico de la enseñanza y por otro, la importancia que tiene en el plan educativo la continua evolución tecnológica del sector. El objetivo final de todos ellos es que los alumnos aprendan a dominar las técnicas del manejo del sonido.
MicroFusa es la escuela que ofrece mayor número de horas de prácticas con profesor durante el periodo de formación, proporcionando a los alumnos el acceso a la infraestructura tecnológica más moderna. La suma de horas lectivas que se imparten al año en ambas escuelas asciende a la cifra de 7.500.